Hidralia prepara Roquetas para la época de lluvias otoñales
Hidralia suma así para conseguir la resiliencia de la ciudad y minimizar las posibles consecuencias adversas de las precipitaciones.
Hidralia, empresa concesionaria del servicio de agua potable y alcantarillado, y el Ayuntamiento de Roquetas están preparando las infraestructuras de la ciudad para el drenaje de agua de lluvia de cara a la temporada de precipitaciones otoñal. Entre las medidas que se están llevando a cabo, se encuentra el refuerzo de la limpieza de la red que recoge el agua de lluvia y los imbornales de la localidad, que permitirán que la red de alcantarillado se encuentre en su plena capacidad hidráulica y conseguir minimizar los impactos de las tormentas a los ciudadanos.
El objetivo es que la localidad esté preparada para el estrés hídrico que causan las lluvias, en ocasiones convertidas en fuertes temporales como ha ocurrido los últimos años como consecuencia del cambio climático. Con estas actuaciones de mantenimiento y refuerzo, Hidralia suma para conseguir la resiliencia de la ciudad y estar más preparada ante las posibles consecuencias adversas de las borrascas.
Los efectos de la misma con una planificación y mantenimiento de las infraestructuras adecuadas, además de conseguir que la vida de los ciudadanos vuelva a la normalidad lo antes posible, manteniéndolos informados de forma rápida y eficaz. Por ello, las tareas de refuerzo se complementan con el mantenimiento continuado de las infraestructuras que recogen las aguas de lluvia y la gestión inteligente de las mismas.
Digitalización
En Roquetas, la sensorización de la red, la monitorización de las estaciones de bombeo controladas desde el telecontrol central, permite aumentar la resiliencia del municipio y reaccionar de forma más eficiente ante la llegada de las lluvias. Una tecnología que unida al sistema de información WiCast de información meteorológica, facilitará que el municipio pueda adelantarse a las posibles inclemencias en el tiempo que pudieran saturar la red de alcantarillado y prevenir posibles inundaciones.
Además, desde Hidralia se desarrolla un programa de limpieza periódica por zonas que tiene como objetivo mantener en un perfecto estado de conservación y funcionamiento toda la red de imbornales. En total se cuenta con una treintena de zonas definidas para que una brigada de intervención con el equipamiento necesario realice las labores de limpieza.
Estos trabajos se intensifican con la previsión de tormentas, y durante los eventos de lluvias se atienden las incidencias que surgen, señalizando y procediendo a la limpieza de las zonas afectadas. Asimismo, Hidralia realiza una revisión posterior de los puntos críticos donde puede aparecer restos del efecto de la lluvia, dejando en correcto estado toda la infraestructura.
La limpieza preventiva de imbornales, el mantenimiento eficiente de la red de saneamiento y pluviales, así como la construcción de tanques de tormenta o la planificación de las necesidades estructurales de la ciudad en caso de fuertes lluvias, son algunos de los elementos fundamentales para poder hacer frente a estos episodios.
Concretamente, Hidralia gestiona en Roquetas de Mar cerca de 5.000 imbornales, mientras que la red de saneamiento cuenta con más de 220 kilómetros de colectores, 35 estaciones de bombeo y cuatro tanques de tormentas con una capacidad de 25.000 m3. Los imbornales son los que se encargan de la evacuación de las aguas pluviales, ya que la transportan hacia su salida al medio natural de forma que no provoquen inundaciones en la población.
La limpieza preventiva de las infraestructuras es un trabajo fundamental en el correcto mantenimiento de la red. Tan solo en un año, Hidralia ha llegado a recoger en la Estación Depuradora de Aguas Residuales (que atiende a unos 200.000 habitantes) un total de 50 toneladas de residuos sólidos procedentes de la red de la localidad.
Por otra parte, Hidralia lleva a cabo distintas campañas de sensibilización ambiental para concienciar sobre el correcto uso de las redes. Entre los desechos se siguen detectando algunos que son especialmente nocivos tanto para el medio natural como para el sistema y la red de alcantarillado de la ciudad, como las toallitas, bastoncillos o productos de higiene íntima, y ahora mascarillas, que además del riesgo que suponen a nivel medioambiental y sanitario, provocan averías y situaciones de peligro en el sistema general de evacuación de aguas.