La aplicación de las tecnologías digitales transforma los procesos de gestión tanto en los en el ciclo integral del agua como en las ciudades en las que se desarrollan

Hidralia presta servicio a más de un millón trescientos mil habitantes y opera actualmente en 53 municipios andaluces, en los que gestiona el ciclo urbano del agua a través de distintas formas contractuales. Concretamente en Málaga presta servicio a los municipios de Algarrobo, Estepona, Manilva, Marbella, y Rincón de la Victoria mediante concesión directa y en Benahavís y Torremolinos, a través de las empresas mixtas Aguas de Benahavís y Aguas de Torremolinos.

Como empresa que gestiona un recurso básico y escaso como el agua, la continua mejora en la Atención al Cliente es uno de sus objetivos. Para ello, emplea mejoras en los procesos de gestión del agua mediante la investigación de los recursos hídricos para que su producción y regeneración sea cada vez más eficiente, sostenible y segura.

A través de Cetaqua, Centro Tecnológico del Agua, fundación creada en 2014 con Hidralia, la Universidad de Málaga (UMA) y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) se aplica el conocimiento académico y más innovador al agua y al medio ambiente, creando productos y servicios que benefician a la sociedad.

El cambio climático obliga a replantear el uso que realizamos del agua y plantear posibles soluciones a la gestión de los recursos subterráneos, evitando su sobreexplotación, avanzar en la búsqueda de fuentes alternativas y eficientes, así como promover la regeneración y reutilización del agua residual.
 

CONOCER LOS ACUÍFEROS
 

En este sentido, Cetaqua desarrolla en Marbella un proyecto llamado ‘Geomar’ que, recientemente, ha permitido conocer la geometría interna de los acuíferos para mejorar su sostenibilidad y su eficiencia. En palabras del Asesor Científico-Técnico de Cetaqua Andalucía y catedrático de Geodinámica Externa de la UMA, Bartolomé Andreo Navarro, “no se puede gestionar lo que no se conoce”; por ello, tenemos el reto de definir la geometría, composición y delimitación de los acuíferos profundos para optimizar su gestión.

Conocer cómo son las aguas subterráneas, facilita la tarea de evaluar tanto su estado actual como su uso potencial. Concretamente, en Marbella se emplearon dos técnicas de prospección geofísica para deducir la disposición geométrica en profundidad de los materiales: medidas de gravimetría en 300 estaciones y 40 sondeos electromagnéticos (TDEM), que permitieron trazar 14 cortes geológicos del acuífero en diferentes orientaciones.

El resultado es un modelo hidrogeológico tridimensional de los acuíferos, en base al cual es posible proponer medidas orientadas a incrementar los recursos hídricos disponibles para el abastecimiento de un modo sostenible. Un ejemplo de ello son las experiencias de recarga artificial llevadas a cabo por parte de Hidralia, utilizando así la capacidad de almacenamiento y geodepuración de los acuíferos profundos presentes en el área, almacenando recurso de calidad en invierno que puede ser explotado más adelante.

En esta línea se han hecho estudios como el ‘ALOHA’, donde se analiza la posibilidad de mejorar la calidad y cantidad de agua de un acuífero profundo costero rellenándolo con el agua excedentaria de otro acuífero cercano más superficial después de la lluvia evitando que, en caso contrario, se vaya al mar.
 

AGUA 4.0, SOLUCIONES DIGITALES
 

La transformación digital se da también en el sector del agua. La aplicación de las tecnologías digitales transforma los procesos de gestión tanto en los en el ciclo integral del agua como en las ciudades en las que se desarrollan.

Por ejemplo, la instalación de cámaras de vídeo en la costa permite localizar en el agua del litoral la presencia de las popularmente conocidas como “natas”, agregaciones arcillosas que podrían suponer un riesgo de contaminación en el agua de sus playas, y que son en cualquier caso una molestia para los bañistas. Cetaqua ha desarrollado para Aguas de Torremolinos, empresa gestora del agua en Torremolinos, un sistema de alerta basado en visión artificial que envía un aviso automático con la localización de la “nata” en tiempo real. De esta forma, se facilita la toma de muestras del potencial foco de contaminación.